Los cuernos son más comunes de lo que imaginas y 6 de cada 10 infieles no sienten remordimiento, según el estudio de Gleeden.
El estudio realizado por Gleeden, titulado «Infidelidad y evolución de las relaciones no monógamas en España y Europa», ofrece un análisis detallado de las relaciones extramatrimoniales en nuestro país. Aunque suene crudo, este estudio es una especie de radiografía de la infidelidad en España, donde el arrepentimiento no parece ser la norma. En su lugar, los encuentros fuera de la pareja son cada vez más frecuentes y aceptados.
Gleeden, una plataforma para encuentros extramatrimoniales diseñada por mujeres ha encargado un estudio sobre infidelidad para analizar las relaciones sentimentales de los españoles y compararlas con las de países como Reino Unido y Alemania.
Los resultados son muy interesantes y deben ser tenidos en cuenta. Según el estudio, España es el segundo país europeo con mayor satisfacción en la vida sentimental y sexual, después del Reino Unido, ocupando el primer lugar.
El estudio de Gleeden revela que, aunque España es uno de los países más satisfechos con su vida sexual y sentimental, un 42% de hombres y un 31% de mujeres españolas han sido infieles alguna vez. Aunque esta cifra es la más baja en comparación con otros países europeos participantes, es significativa.
Según el estudio de Gleeden, la infidelidad femenina está en aumento, mientras que la de los hombres está disminuyendo. Además, solo el 40% de los infieles experimentan arrepentimiento, mientras que la mayoría siente algo al respecto, pero no necesariamente remordimiento. Son datos que resultan sorprendentes.
De acuerdo con el estudio de Gleeden, la franja de edad más propensa a la infidelidad en España es entre los 25 y los 34 años. La sexóloga y asesora de Gleeden, Mariona Gabarra, explica que esta es una etapa en la que las parejas están enfocadas en su realización y motivación para desarrollar sus planes de futuro.
Mariona Gabarra destaca que entre los jóvenes es común tener relaciones sexuales sin compromiso, pero esta práctica combinada con una educación sexual insuficiente resulta en un disfrute limitado de esos encuentros.
Según la sexóloga, esta es la razón por la cual cada vez más personas recurren al mundo digital para mantener relaciones sexuales, ya que pueden evitar la molestia de desplazarse, gestionar situaciones y hacer un gran esfuerzo.