La plata es uno de los materiales más utilizados para la fabricación de joyas, vajillas e incluso adornos y marcos de fotos. Sin embargo, lo que poca gente sabe es que, si te hartas de lo que tienes, puedes venderlo.
Querer cambiar los muebles, las joyas y los accesorios es un sentimiento totalmente normal, sin embargo, es más conveniente vender los objetos que guardarlos en un armario y luego olvidarse de ellos, así se puede ganar mucho dinero.
Especialmente en el pasado, la plata se regalaba y se guardaba para muchas ocasiones, se podían recibir favores para eventos, se podían regalar joyas a los seres queridos o incluso se podía heredar uno de los muchos juegos de cubiertos de plata de algún pariente lejano.
Aunque el valor de este material ha bajado con el tiempo, quien posea objetos o joyas de plata de 888, 925 o 999 puede plantearse deshacerse de ellos y recuperar unos buenos ahorros para invertir en otros bienes y servicios. Para vender sus posesiones, sin embargo, conviene seguir algunos trucos, para no ser objeto de estafas o engaños por parte de vendedores «avispados».
El primer consejo es acudir exclusivamente a tiendas serias y profesionales, que garantizarán el máximo beneficio para el propietario de la plata, utilizando pruebas especiales para evaluar la pureza de la aleación.
Antes de ir a la tienda, también es importante pesar la plata, aunque sea de forma aproximada, para no ser víctima involuntaria de una estafa organizada por los comerciantes, que podrían utilizar balanzas manipuladas o falsificar el resultado del pesaje.
Para elegir la tienda adecuada, es importante no solo saber qué tipo de plata quieres vender, sino también cuánto se cotiza en las zonas que te interesan para no llevarte sorpresas una vez allí. Además de todo esto, es fundamental comprobar si el vendedor al que te diriges inscribe tus datos personales en el registro de seguridad pública avalado por la jefatura de policía, este paso es fundamental por si se realizan controles.
Otros dos aspectos a los que hay que prestar atención son los honorarios que hay que pagar por la operación de compraventa, que pueden sumar una cantidad incluso importante al precio final, y la copia de la operación de compraventa, con la que será muy fácil justificar el cobro de una cantidad de dinero en caso de que o solicite Hacienda o la policía.