Todos los teléfonos móviles en circulación están equipados con un código de identificación que permite saber si se puede utilizar en el agua y en qué medida.
Hay muchas coas que tener en cuenta a la hora de comprar un nuevo smartphone. Hay cientos de modelos en el mercado, de todos los tipos y precios, y el riesgo es confundirse y gastar mucho en un dispositivo que no satisface las necesidades de cada uno.
De hecho, lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de elegir un nuevo modelo de smartphone son los hábitos personales y para qué lo vamos a utilizar. Por ejemplo, quienes pasan mucho tiempo fuera de casa es mejor que elijan un modelo con batería más eficiente.
Por otro lado, quienes utilicen su smartphone para hacer fotos o vídeos, ya sea por trabajo o por pasión, harán bien en centrarse en la gama pro, ofrecida pro diversos fabricantes, que suele estar equipada con un bloque óptico tan avanzado como caro. De hecho, una de las variables que más influye en el precio es precisamente el número y la resolución de las lentes instaladas en el dispositivo.
También hay en el mercado algunos modelos superreforzados que hacen que el smartphone sea resistente a golpes y caídas. Una característica útil para aquellos a los que les gusta pasar tiempo al aire libre, hacer deporte o simplemente para los que son especialmente torpes.
No faltan modelos para los amantes del submarinismo, los deportes acuáticos o a fotografía en el agua. Hay smartphones superblindados, capaces de resistir incluso periodos muy largos a grandes profundidades. No todo el mundo sabe que todos los aparatos electrónicos, desde los relojes hasta los smartphones, se clasifican según una norma IP, que significa Ingress Protection (protección contra la penetración). Esta norma mide la resistencia de los dispositivos según dos clasificaciones: resistencia a sólidos/polvo y resistencia a líquidos.
Así, cada modelo tiene un número, como IP 69, en el que el primero indica la resistencia al polvo fino, en una escala de 1 a 6, donde 6 indica que es completamente estanco. El segundo número, el 9, indica la resistencia a los líquidos en una escala que va del 0 al 9, aquí a medida que se sube el significado cambia: a partir del 4 el aparato es resistente a las salpicaduras, a partir del 7 puede sumergirse a un metro de profundidad durante 30 minutos, en el 8 puede soportar una profundidad de un metro pero sin límite de tiempo, hasta el 9 que indica un aparato completamente sumergible.
Basta con que busques este número en tu aparato para saber si puedes utilizarlo en el agua. Si no puedes ver el número directamente, porque ha desaparecido o se ha borrado, basta con que busques la ficha técnica de tu modelo en Internet.