Puedes mejorar tu salud conociendo estos superalimentos y aprender a cómo incorporarlos a una dieta equilibrada.
La moda de los superalimentos ha ganado popularidad en los últimos años, pero ¿realmente sabemos qué son? Estos alimentos se destacan por su alto valor nutricional y sus beneficios para la salud. Son ricos en antioxidantes, vitaminas, minerales o grasas saludables que los convierten en opciones ideales para una alimentación saludable.
La quinoa, considerada uno de los primeros superalimentos conocidos, ha ganado fama por sus propiedades nutricionales, pero no es la única opción. Existen otros superalimentos que son más conocidos de lo que se piensa.
Es importante destacar que, aunque se incorporen superalimentos a la dieta, sigue siendo fundamental mantener una alimentación equilibrada y variada, incluyendo frutas y verduras a diario. Además, evitar el sedentarismo y practicar actividad física regularmente son clave para llevar un estilo de vida saludable y prevenir problemas de salud.
El aceite de oliva virgen extra, un elemento esencial en la dieta mediterránea, es uno de los superalimentos más saludables. Además de ayudar a reducir el colesterol LDL (colesterol malo), se ha demostrado que disminuye las probabilidades de desarrollar cáncer de mama en las mujeres. Además, el aceite de oliva virgen extra contiene propiedades antioxidantes que benefician a la salud.
La quinoa, conocida como la «reina» de los superalimentos, es similar a las legumbres. Es rica en proteínas, fibra y aminoácidos, sin gluten. Su versatilidad la hace popular en recetas. Las legumbres, como frijoles, lentejas y garbanzos, son ricas en hierro, calcio, magnesio y proteínas. Bajas en grasa y altas en fibra, son una opción saludable en la dieta.
El brócoli, una verdura crucífera, es rico en vitamina C, fibra y antioxidantes, previniendo enfermedades como el cáncer. Las hojas verdes, como la lechuga, acelga, espinaca y canónigos, son alcalinizantes, ricas en nutrientes y fibra, beneficiando el sistema digestivo.
Las naranjas son conocidas por su alto contenido de vitamina C, ácido fólico y antioxidantes, lo que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y combatir enfermedades virales como los resfriados. Las nueces son ricas en Omega-3, vitamina E, fibra y grasas saludables, lo que las convierte en una opción beneficiosa para el colesterol y la salud cardiovascular.
Las sardinas, al igual que las nueces, son una excelente fuente de Omega-3, que mejora la salud cardiovascular. Además, comer la espina de las sardinas aporta calcio. Al ser un pescado azul, no contiene materiales pesados.