Si buscas un alimento saludable que te ayude a reducir el colesterol y perder peso, los gladiadores tenían la respuesta.
En la antigua Roma, la abundancia y los excesos en la comida eran un símbolo de estatus, pero no para todos. Mientras las clases altas se inducían el vómito para comer más, las clases bajas se conformaban con alimentos básicos.
Incluso sin saberlo, nuestros antepasados ya consumían diariamente uno de los superalimentos más completos para mantener una buena salud, perder peso y reducir el colesterol
La avena, considerada por los antiguos como un alimento de pobres, resulta ser uno de los superalimentos más completos. Los gladiadores la consumían a diario en forma de gachas, junto con una pequeña porción de carne.
Los huesos de los gladiadores y otros esclavos de la antigua Roma han sido analizados, y los resultados han confirmado que su dieta era predominantemente vegetariana. Esta dieta estaba basada en tubérculos, granos y algunas verduras. Esto no se debía a una elección personal, sino a una falta de recursos económicos para adquirir proteína animal, reservada a las clases más ricas.
La avena podría considerarse el ingrediente secreto de los gladiadores romanos, aunque ellos y sus propietarios no lo supieran en su momento. Este cereal es altamente completo, ya que además de ser una buena fuente de fibra e hidratos de carbono, también contiene una gran cantidad de proteínas de alta calidad nutricional.
La avena es uno de los alimentos preferidos de quienes buscan aumentar su masa muscular de forma saludable. A diferencia de otros cereales, se consume sin refinar, manteniendo su riqueza nutricional. Su índice glucémico es bajo, lo que permite una liberación lenta de energía sin acumularla como grasa.
La avena es una fuente significativa de magnesio, cobre y vitamina B1, y contiene pequeñas cantidades de calcio, ácido fólico y otras vitaminas del grupo B. También es rica en manganeso, y su contenido en avenantramidas, unos polifenoles exclusivos de la avena, proporciona un poderoso efecto antiinflamatorio.
La ingesta regular de avena también puede mejorar la digestión y el tránsito intestinal. Los betaglucanos, un tipo de compuesto presente en este cereal, se convierten en gel durante la digestión, lo que retarda el vaciado del estómago y la absorción de azúcares en la sangre. Esto puede contribuir a reducir los niveles de azúcar en sangre y mejorar la respuesta insulínica.