La primavera ya está aquí, y junto con el primer florecimiento de los árboles y los prados, el aire también trae consigo las clásicas alergias estacionales, pero ¿cómo reconocerlas sin correr el riesgo de confundir los síntomas?
Las alergias son sin duda una de las molestias más notables durante la primavera, ya que no solo pueden cambiar en función del lugar, donde se viva, sino que también pueden ser muy incapacitantes para algunos trabajadores o amantes de la naturaleza.
Según datos facilitados por la OMS, son muchas las personas que sufren alergias, estimándose que entre el 10% y el 40% de la población tiene que convivir con alergias estacionales. Las variaciones en el porcentaje se deben a la época del año y a la zona de residencia.
Reconocer a tiempo los síntomas de la alergia para tomar las precauciones necesarias puede ser muy útil, ya que es fácil confundir las causas de los síntomas, que pueden indicar la aparición de una enfermedad o problema diferente.
También hay que recordar que la alergia es una reacción del sistema inmunitario que le hace crear un número desproporcionado de anticuerpos para defenderse de sustancias que generalmente se consideran inofensivas. Los síntomas que manifiestan los alérgicos pueden variar en función de la intensidad de la alergia, pero hay señales de alarma que podrían poner de manifiesto la aparición de una alergia.
La mayoría de las personas que padecen alergia estacional afirman que lo más habitual es que padezcan síntomas de rinitis, que incluyen congestión o secreción nasal o estornudos; sin embargo, es fácil sufrir conjuntivitis, ojos llorosos, pero también asma y tos seca, además de otras dificultades respiratorias.
El aspecto más molesto de la alergia es sin duda la reacción alérgica ocular, que se produce cuando el ojo se expone al contacto con un alérgeno. Este acontecimiento suele provocar la aparición de histamina y otras sustancias que provocan la exposición de los vasos sanguíneos, creando enrojecimiento, ardor y lagrimeo.
Para evitar el problema de las alergias, obviamente es importante minimizar la exposición a los alérgenos, por ejemplo, permaneciendo en casa con las ventanas cerradas, evitando las flores frescas, manteniendo limpias las superficies y los suelos de la casa y limitando el tendido de ropa dentro de las habitaciones. En caso de tener que salir a trabajar, hacer recados, estudiar o viajar, se recomienda llevar gafas de sol, lavar a menudo la ropa que se guarda fuera de casa y aplicar un poco de vaselina en las fosas nasales para evitar la inhalación de polen.