Durante la epoca de estos fríos meses de invierno que estamos viviendo no es para nada fácil convivir con los gastos, tanto desde el punto de vista económico como energético, y esto no solo afecta a nuestro país España, sino a toda la Unión Europea.
La situación de la crisis económico que estamos viviendo comenzó con los primeros conflictos en Ucrania, que inevitablemente tuvieron consecuencias importantes y casi permanentes a nivel de todo el continente. El primer cambio importante que nos afecto fue el aumento del coste de las materias primas, que se reflejó inevitablemente en una inflación general en todo el sector alimentario.
Seguido de este aumento tuvimos el coste de la energía, tanto eléctrica como del gas metano, que también tuvo un impacto en el coste de las facturas mensuales de energía propuestas por los principales proveedores de energía de España y Europa.
Los gobiernos de toda Europa corrieron inmediatamente a protegerse afortunadamente, creando varios decretos (como el BOE-A-2022-17040 Real Decreto-ley 18/2022), destinados a hacer frente a los elevados precios de la energía y cuyo objetivo es ayudar a los sectores más necesitados de la población.
El primero y más importante fue el bono social térmico, que podía (y aún puede) deducirse del coste de las facturas mensuales de energía, además de todas las ventajas fiscales y deducciones con el Plan Renove de Electrodomésticos por la compra de uno de nueva generación, que consume menos y permite ahorrar sumas considerables al cabo del año.
Sin embargo, esto no ha sido suficiente para millones de familias españolas a pesar de todas estas importantes ayudas, ya que se han encontrado en serias dificultades para pagar sus facturas mensuales de energía. Es más, a menudo algunas familias han caído por debajo del umbral de la pobreza cuando tienen cinco o más miembros en su hogar.
Por tanto, estos consejos que vamos a darte hoy para ahorrar sobre todo electricidad y, en consecuencia, ahorrar dinero en las próximas facturas que te lleguen a final de mes te serán de gran utilidad.
Específicamente nos referimos a un electrodoméstico realmente asesino que consume mucha energía. Estamos hablando, por supuesto, del secador de pelo, que realmente consume mucha energía y tiene un impacto considerable en tus facturas. Por tanto, nuestro consejo es optar por un secador de pelo con una clase de eficiencia energética alta que consuma la menor cantidad de energía posible, así como utilizar en la medida de lo posible el modo Eco/Medio Ambiente, presente en la mayoría de los aparatos actualmente en el mercado.