En el mundo del web podemos toparnos con muchos riesgos, que van desde las simples búsquedas en Internet hasta la conexión que utilizamos.
Todos podemos toparnos con las muchas trampas en la red, sea que somos novatos en informática o ya tengamos más experiencia. Algunas de ellas pueden ser tan banales que cualquiera puede reconocerlas, mientras que otras están elaboradas con tanta precisión para que la estafa sea lo más creíble posible.
En artículos anteriores hemos analizado el amplio mundo de las estafas en línea: servicios como el propio banco pueden ser objeto de estafa, hasta incluir las falsas compañías de seguros. Incluso las simples cámaras domésticas que compramos en una tienda de electrónica o por Internet podrían estar expuestas a ataques informáticos. Todos estos servicios tienen algo en común: el objetivo de robar nuestros datos personales.
En algunos casos se trata de suplantación de identidad, como en el caso de las redes sociales, por lo general vinculada a un factor económico, mientras que otras veces robo de cuentas bancarias. Algunos piratas informáticos han conseguido infiltrarse en nuestras cámaras de vigilancia para grabar situaciones íntimas y, adivina qué, poder revender nuestros videos.
Por tanto, conviene conocer pequeños trucos para que cuando recibimos correos electrónicos, vemos promociones o incluso simplemente navegamos por Internet, no caigamos en trampas. Esta es una lista de los consejos más importantes.
Centrémonos antes que nada en la navegación por Internet. Si queremos sentirnos realmente seguros, debemos adoptar cinco sencillos consejos:
Por tanto, tenga en cuenta la lista de consejos que acabamos de dar, y le rogamos que tenga precaución al navegar por Internet. De esta manera, evitaremos caer en situaciones desagradables en las que nos roben nuestro dinero o nuestros datos personales. Y estamos convencidos de que prestar atención a todos estos detalles, y aplicar las sugerencias correctamente, disminuirá considerablemente el riesgo de estafas en línea.