Un estudio estadounidense nos indica varias medidas que debemos tomar para reducir el riesgo de obesidad y vencer todas las enfermedades relacionadas con el exceso de grasa.
La caminata tiene múltiples beneficios, que van desde mejorar el estado de ánimo hasta reducir el azúcar en la sangre e incluso adelgazar.
Así lo demostró un estudio californiano en el que participaron miles de personas, lo que permitió a los investigadores calcular el número exacto de pasos que hay que dar cada día para reducir notablemente el peso corporal.
Veamos todo lo que hicieron las personas que participaron en el estudio y qué enfermedades relacionadas con la obesidad pueden vencerse con simplemente dar la beneficiosa caminata.
El estudio que destaca los beneficios de caminar se publicó en la revista mensual científica Nature Medicine. En esta se publican investigaciones científicas en todos los ámbitos relacionados con el avance en el campo médico.
Este estudio observó a 6.000 personas, de entre 41 y 67 años, con un IMC de entre 24,3, índice que indica individuos con sobrepeso normal o al límite, y 32,9, puntuación que indica obesidad moderada.
El estudio duró cuatro años, y los participantes fueron monitoreados durante aproximadamente diez horas al día.
Gracias al estudio que demostrado que aquellos que daban al menos 8.200 pasos al día tenían un menor riesgo de obesidad. Por tanto, caminar 8.200 pasos o más a lo largo del día puede ayudar a mantener bajo control la línea.
La pérdida de peso gracias a un estilo de vida correcto junto al hábito de caminar, ayuda a prevenir ciertas enfermedades vinculadas al sobrepeso, como la apnea del sueño y el reflujo gastroesofágico.
Por ejemplo, hablando del reflujo al igual que la apnea del sueño, podrían ser causados porque el tejido adiposo presiona el aparato digestivo, favoreciendo el reflujo ácido y la interrupción cíclica de la respiración durante el sueño.
De hecho, los participantes al estudio obesos, al aumentar sistemáticamente el número de pasos que caminaban cada día, redujeron la afección que acabamos de mencionar en un 50% en cinco años.
Asimismo, los investigadores también demostraron que si se camina entre 6.000 y 11.000 pasos, las personas con un IMC de 28 podían reducir la obesidad en un 64%.
Por tanto, este estudio realizado ha demostrado una vez más que no hace falta mucho para perder peso. Lo importante es tener la motivación adecuada, muchas ganas y fuerza de voluntad, así como constancia en el ejercicio ligero.
Y como un juego de palabras, «dar el primer paso» es lo más importante como en todos los cambios que queremos hacer.