Acoso escolar: cuando la víctima no habla, cómo dar apoyo a nuestros hijos
El acoso escolar en 2023 sigue siendo un grave problema que está afectando a un gran número de adolescentes. Abordar el problema es el primer paso hacia la solución.
Aunque desgraciadamente se continúa subestimando el dolor del acoso escolar en algunos casos, se trata de una forma real de violencia psicológica y física. El no intervenir muchas veces está a la raíz del problema: el padre o tutor del niño no suele reconocer la angustia de la víctima de acoso debido a que el cambio de humor y la mala comunicación también suelen estar asociados a otros factores. Lo cierto es que la víctima no habla, o más bien tiene miedo de hacerlo. Veamos por qué.
La víctima que sufre de acoso escolar tiene el temor de que, al comunicar su sufrimiento, la castiguen sus acosadores por hablar. Además, la víctima se culpa a sí misma de la violencia que sufre, ya que la se suelen burlar y atacar por sus rasgos físicos o psicológicos. Por ejemplo, el sobrepeso, los problemas de visión, la dislexia y cosa parecidas en sí ponen al adolescente en una situación incómoda. Por tanto, reconocer que uno mismo no es la causa de su dolor es el primer paso para resolver el problema. De ahí que el padre o el tutor del niño tenga un papel clave, sobre todo porque puede ayudar realmente a la víctima a abordar el problema, quizás dirigiéndose a la autoridad escolar.
Cómo dar trato y apoyo a la víctima de acoso escolar
En este caso, la familia juega un papel fundamental. Una edad frágil puede hacer que el niño no sea capaz de afrontar el problema adecuadamente. Es más, en algunos casos se sabe que la misma víctima puede convertirse en el acosador, ya que los adolescentes no tienen la lucidez necesaria para afrontar su sufrimiento de forma correcta. Por tanto, los cuidadores tienen la tarea de dar apoyo en esta condición. Sin duda, elevar su autoestima es el paso clave, ya que estos adolescentes se sienten inferiores al acosador. Una manera de hacerlo es dándoles verdadero encomio o felicitándolos por las características y habilidades positivas que hacen únicos a cada niño.
Otro paso son las relaciones sociales: estos chicos tienden a aislarse, por lo que es crucial fomentar las relaciones con el mundo exterior y con sus coetáneos. Además, como ya se ha mencionado, un adolescente que es víctima puede desarrollar tanta ira que se convierta en un futuro acosador. Por tanto, el joven debe aprender a expresar sus emociones y a exteriorizarlas de forma sana, a través de la comunicación, sobre todo, en su entorno familiar, que es su punto de fuerza, la forma en que el joven se enfrentará al mundo. Por tanto, el hogar es el lugar fundamental en el que aprender ciertos valores, como saber confrontarse, expresarse de un problema, aprender a gestionar la ira y las relaciones respetuosas. Un adulto suele subestimar este factor.
Cómo entender si su hijo sufre acoso escolar
Claro está, antes de abordar un problema, primero tenemos que conocerlo. Y en este caso, volvemos a repetir, los padres o tutores no siempre se dan cuenta de que el adolescente sufre acoso. Puede que se percaten de ciertos cambios inusuales en los hijos, pero no consiguen relacionar la causa con el acoso porque el niño no comunica su problema. Sin embargo, existen algunas señales comunes.
En primer lugar, el niño acosado encuentra excusas para no ir al colegio y, cuando lo hace, estará muy tenso o, quizás hasta triste al volver. Se niega a contar su jornada escolar y, en algunos casos, incluso querrá que le acompañen. También puede que haya repercusiones en su estado de ánimo, como falta de amistades, mala calidad del sueño y orinarse en la cama incluso en la adolescencia. Además de los factores psicológicos, también hay señales físicas evidentes, como moratones, cortes, arañazos o ropa rota. Otra señal de alarma son las peticiones frecuentes e inusuales de dinero.
Algunos consejos: dado que hoy en día la comunicación también se realiza a través de Internet y, sobre todo, en las redes sociales y las plataformas de mensajería, nunca subestimes el sufrimiento de un niño que sufre burlas en Internet. Si se producen uno o más incidentes de este tipo, el consejo es brindar apoyo al niño y, mientras tanto, guardar las capturas de pantalla de cualquier conversación, fotos discriminatorias puestas en línea, etc. Este paso es esencial, ya que guardar esta información será útil en caso de denuncia contra el acosador. Finalmente, conviene recordar que el acoso es un tema que hay que abordar y concientizar. A veces puede realizarse incluso por simple diversión, por lo que este tema debe ser tratado por tutores, padres, familiares y profesores.