Cómo reconocer si el correo electrónico que recibiste es una estafa: 4 consejos esenciales
El phishing (correo suplantador) es una práctica cada vez más habitual año tras año, por lo que conviene intentar conocer los riesgos que puede correr y la mejor forma de defenderse.
Saber distinguir entre un correo electrónico real y uno falso puede salvar nuestros datos y nuestro dinero. ¿Por qué? Porque con el avance de la tecnología es cada vez más fácil para los atacantes crear trampas que esconden peligros reales, sobre todo si se trata de datos confidenciales.
Lo primero que hay que saber sobre el phishing es que se trata de un tipo de estafa que aprovecha la comunicación digital, por ejemplo, el correo electrónico, los sms (donde se denomina smishing) y también a través de llamadas de voz (en este caso el término correcto es vishing). El único objetivo de estas estafas es apropiarse indebidamente de nuestros datos y dinero mediante el engaño.
Generalmente los atacantes se valen del miedo o la ingenuidad de las víctimas, aunque la buena noticia es que las técnicas siguen casi siempre el mismo esquema, con unos cuantos detalles que se pueden reconocer sin mucha dificultad prestando atención. Por tanto, aquí tienes una lista de 6 detalles en los que debes fijarte para reconocer si el correo electrónico que recibes es una estafa o no.
Lo primero que hay que verificar es el destinatario del correo electrónico y el asunto del mensaje (lo mismo se aplica a los mensajes de texto), ya que los estafadores suelen utilizar correos electrónicos con nombres de bancos, administraciones públicas, tiendas o empresas de mensajería, pero que son completamente falsos.
Cómo reconocer un correo electrónico falso sin caer en la trampa
El segundo detalle que debe comprobar es si hay errores en el contenido del correo electrónico, ya que estos mensajes suelen traducirse masivamente de idiomas extranjeros, por lo que es más fácil reconocer errores gramaticales, de sintaxis o de contenido, que revelan fallos de funcionamiento o de accesos a cuentas que nunca se crearon.
El siguiente paso es comprobar el tono en que se ha escrito el mensaje y analizar su significado. De hecho, los estafadores del phishing suelen proponer vales de compra, regalos grandiosos, ofertas imperdibles, o también pueden valerse del miedo, intimidando a los destinatarios de los correos electrónicos con avisos de pago o multas.
Por último, pero no menos importante, también debemos prestar atención a no abrir los archivos adjuntos o enlaces en el cuerpo del correo electrónico que suelen estar presentes en las estafas, ya que es precisamente a través de archivos descargados y páginas web falsas como los autores se apropian de datos, credenciales e incluso dinero.