Lo que no se debe quemar en la chimenea: cuidado con la leña no apta
Con el aumento del precio del gas, son siempre más las familias que optan por calentar sus hogares empleando chimeneas o estufas. Lo que no consideran son los riesgos potenciales para su salud que esa decision conlleva.
Es posible que ocurra, debido a la inexperiencia o por ahorrar dinero, que la gente compre leña no apta al fin de utilizarse como combustible. Ese proceder da lugar a la formación de humos tóxicos muy peligrosos para las personas y para los tubos de ventilación de aire de su propias instalaciones.
Como resultado del alto precio de la energía, muchas personas ya no usan calefactores para mantener el calor en sus viviendas por el hecho de que, funcionando con el gas, hace que los consumos se eleven a un nivel imposible de aceptar a la hora de cancelar las facturas. Por esa razon muchas familias deciden ocupar chimeneas, estufas, estufas de pellets, paneles solares e incluso calefactores puestos por de bajo del piso.
La leña resulta el combustible más economico este invierno, por no haber subido de precio. Por otro lado, si no se conoce el uso apropiado de este combustible, se podría convertir en problemas serios de humo altamente peligroso.
A la hora de escoger la madera apta para ser quemada en la chimenea, hay que considerar si esta tratada. Eso quiere decir que si ocupamos madera pintada o de alguna manera enlucida con solventes o colas, corremos el riesgo de intoxicarnos con estas sustancias.
Como escoger bien la leña para su chimenea
Cuando escoge la madera para su chimenea hay que tener presente algunos factores antes de comprar. Para conseguir un buen nivel de calor, necesita leña tratada durante al menos 18 meses, reconocible por su color oscuro y las astillas del tronco. El tamaño debe ser de aproximadamente 35 cm de diámetro.
Los troncos demasiado grandes pueden tardar mucho más en arder e incluso puede que no quemen correctamente, por lo que es muy importante considerar este aspecto a la hora de comprar combustible.
Por último, también hay que tener en cuenta que no todos los árboles proporcionan leña adecuada, por ejemplo, el carpe, el fresno y el roble pubescente tienen un alto poder calorífico, mientras que el haya es hidrófilo y capaz de absorber grandes cantidades de humedad. Y especies como la pícea, el abeto, el pino silvestre y el pino marítimo tienen una mayor presencia de resinas, que podrían crear humos peligrosos tanto para la chimenea como para las personas.