Según algunas estadísticas publicadas recientemente, se ha producido un aumento de casi el 50% en el coste de las facturas, en comparación con las del año anterior.
El Gobierno italiano ya está empezando a poner remedio a esta antigua situación, promulgando decretos que permiten bonificaciones eléctricas y exenciones fiscales para la compra de aparatos de nueva generación, con plazo fijado para finales de año. De hecho, cada vez son más las familias italianas que corren el riesgo de caer por debajo del umbral de la pobreza, al no poder hacer frente a los exorbitantes costes de la electricidad y el gas.
Por eso, hoy te damos algunos consejos sobre cómo utilizar determinados electrodomésticos en el hogar, para consumir lo menos posible cuanto antes y ahorrar un poco en el pago de las facturas correspondientes.
Empecemos por los dispositivos que se dejan en modo de espera: las luces rojas de algunos (como los televisores inteligentes, por ejemplo, pero también algunas consolas como PlayStation 5 y Xbox Series X que utilizan el modo de espera) indican que siguen activos y consumen cierta cantidad de energía. En estos casos, es preferible apagarlos permanentemente, evitando así el uso de modos de espera que solo representan un derroche de energía en gran medida evitable en estos tiempos.
Consejos prácticos
A menudo no siempre es fácil apagar todos los aparatos electrónicos al mismo tiempo, por lo que te sugerimos que adoptes el uso de una regleta para enchufarlos, de modo que todos los aparatos que se queden en stand-by puedan apagarse con un solo clic. El coste anual de mantener un electrodoméstico en stand-by es, en efecto, bastante considerable: mientras que antes era de hasta 72 euros al año, con el reciente aumento y subida de los precios de la energía, ahora se acerca a los 100 o incluso 150 euros.
Otro consejo que podemos darte es que utilices determinados electrodomésticos, como la lavadora o el lavavajillas, única y exclusivamente cuando estén completamente cargados. De este modo, evitaremos múltiples lavados y ahorraremos considerablemente en el coste de las facturas de electricidad.
Por otro lado, en cuanto a la iluminación es preferible utilizar bombillas LED: a diferencia de las halógenas, consumen bastante menos, lo que también supone un ahorro considerable a largo plazo.